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domingo, 3 de octubre de 2010

Capitulo 4. "El plan de Chikane"




Era medio día, el cielo estaba algo nublado, el viento soplaba como nunca antes. Himeko aun seguía esperando a Chikane que había salido de la mansión por un momento, estaba algo preocupada porque el clima había cambiado bruscamente y no quería que le pasara algo a Chikane.



_Chikane-chan donde estas…? – decía Himeko en sus pensamientos más profundos - Otoha-san, estaré en la habitación de Chikane-chan, cuando llegue dígale que estoy en su habitación – le dijo, ya que se encontraba a un lado de ella en el pasillo de las habitaciones, estaba limpiando los cuadros y retratos de las paredes.
_Esta bien Señorita, yo le aviso – respondió Otoha


Llegó a la habitación de Chikane, abrió la puerta, entró y de inmediato la cerró… estaba algo confundida, sentía que algo no andaba bien, lo presentía… pero no le tomó importancia solo quería que Chikane llegara a casa para pasar la tarde ya que ese mismo día “domingo” se retiraría a los dormitorios otra vez.


Mientras Himeko esperaba a Chikane, en una montaña no muy lejos de la mansión Himemiya, se encontraba Chikane rodeándola una especie de niebla morada alrededor de su cuerpo, se reía en voz baja, tenía una mirada penetrante y fría, realmente no parecía la misma de siempre, esta vez el Orochi tomo posesión de ella.

_Espérame Himeko… mi sol que ilumina mi vida, espérame… - dijo la peliazul con ojos llenos de tristeza y a la vez de frialdad..
_Sacerdotisa de la Luna, ahora eres maldad pura, destruye a los que más amas, destrúyelos - dijo aquella voz demoniaca y burlesca. Chikane al escuchar esas voces en su cabeza, ignoró al Orochi haciéndolo a un lado


Después de 30 minutos la señorita Chikane llegó a su mansión…


_Otoha-san estoy de vuelta, ¡¿dónde está Himeko?! – dijo alzando un poco la voz, para que Otoha-san se diera cuenta de su regreso a la mansión.
_Ojousama!! Qué bueno que regresó, Himeko la está esperando en su habitación – respondió Otoha desde el segundo piso. La peliazul subió las escaleras con una elegancia que deslumbraba hasta la propia Otoha.
_Otoha dígale a Kurusugawa-san que en unos minutos estaré ahí, mientras haré una llamada a mi padre – dijo la peliazul tocándose la punta de un mechón de su cabello tan hermoso, largo y brillante.
_Ojousama… ah... sí, claro, ahora mismo le digo – Respondió Otoha un poco sorprendida y sonrojada levemente por la señorita Chikane. Después de unos minutos Chikane tomo el teléfono y marco el numero de su padre, el estaba en asuntos de negocios en Tokyo, mientras Otoha le decía a Himeko la orden de la señorita Chikane.
_Padre, soy yo Chikane – dijo la peliazul con una mirada perdida, una mirada de distintas emociones a la vez, como tristeza, decepción y odio.
_Chikane hija… ¿como estas? ¿Ocurrió algo en la casa?
_ No padre, estoy bien… ¿y tu como te encuentras?
_Bien Hija, estos negocios son muy importantes, a mas tardar estaré en casa contigo en un mes, sabes que lo hago por ti verdad Chikane, eres mi Hija y quiero lo mejor para ti.
_ Si lo sé padre, pero quiero pedirte un favor
_Dime Chikane...
_Quiero que te lleves a las criadas a Tokyo con usted padre
_Pero Chikane hija porque… ¿sucedió algo con las empleadas?
_No padre pero… quiero ser independiente por unos días, no quiero ayuda de ninguna empleada.
_Hija… - dijo algo sorprendido por el capricho de Chikane - Esta bien Chikane, pero no puedo estar tranquilo si no estás al cuidado de alguien, te dejaré a Otoha y al chofer, es lo que puedo hacer, no puedo dejarte asi sola nada mas…
_Esta bien, las mandare hoy mismo a las 4:00pm para que estén pronto en tokyo.
_Hay Chikane… - dijo con un suspiro - Esta bien, no se de donde se te metió la idea pero lo haré, hija ten cuidado, cualquier cosa me llamas
_Si , gracias padre, cuidese, adiós. – dijo Chikane, después puso el teléfono en su lugar y se dio media vuelta y fue en busca de Otoha. - Otoha-san diles a las demás empleadas que pasará la limosina por todas, mi padre las necesita allá en tokyo, la limosina pasará a las 4:00 de la tarde aquí
_Ojousama pero Usted…
_Otoha-san no se preocupe usted y el chofer estarán cargo de mi estos días.- Pasaron 2 horas y la limosina se llevo a las empleadas de la mansión Himemiya, Chikane estaba con Himeko en su habitación…

HIMEKO:


_Chikane-chan y que haremos hoy? Las empleadas se fueron y le diste el dia libre a Otoha estamos completamente solas – dije mientras estaba sentada en la orilla de la cama de Chikane-chan, estaba muy aburrida, ya que Chikane-chan si me hablaba pero la sentí como si estuviese enojada, entonces decidí romper el silencio y esperar si me decía algo al respecto sobre su enojo.
_Himeko ¿me quieres? – me respondió Chikane-chan, estaba parada justamente a lado de la ventana viendo el atardecer.
_Etto… si Chikane-chan, si te quiero – Le dije, aun estaba muy extrañada al escuchar eso de ella
_Mientes Himeko… - me respondió algo enojada, no sabia porque ese enojo, no sabia lo que estaba ocurriendo…
_Chikane-chan que haces!!... no, no… - me interrumpió con un beso en la boca, me acosto a la fuerza en la cama mientras no paraba de besarme, estaba muy asustada no podía quitármela de encima, me empezó a quitar mi blusa y ….

CHIKANE:


_Himeko te amo – le dije desesperadamente mientras le desabotonaba la blusa y la besaba apasionadamente, ella quería quitarme de encima pero no podía, era muy débil para hacer eso, me deshice de su blusa y fui directo al sostén, también se lo quite, y empece a lamer sus hermosos pechos perfectamente redondos, ella gritaba que no lo hiciera, estaba llorando, pero no me importaba, yo la quería hacer mia…



CONTINUARA…

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